Eligiendo antenas: ¿en qué hay que fijarse?

 Para comprar una antena de televisión hay que poner algo de atención, no se puede ir a ciegas a elegir el dispositivo porque de eso depende que al final, en casa, las cosas funcionen como debe ser y el televisor tenga la señal prometida.

Tampoco se necesita saber de ingeniería de telecomunicaciones, pero sí tener presente unos conceptos básicos sobre el comportamiento de las antenas para poder entender cómo funcionan y de esa forma tener una idea más clara de cuál es la que nos puede servir para conectarle al televisor.

Hoy en día en el mercado venden un sinnúmero de antenas para interiores, de todas las formas y diseños. La tecnología ha permitido que hasta en materiales maleables se fabriquen las antenas para captar la señal de televisión de aire. De hecho, son las que más se ofertan y las que, en teoría, más comodidad ofrecen para instalarlas, ubicarlas y ponerlas a funcionar.

Pero también existen otros diseños, en materiales no maleables y con diseños más tradicionales que también son para interiores. ¿Entonces cuál es el mejor? Para ello vamos a entender los conceptos:

Todas las antenas de interiores son omnidireccionales; es decir, están preparadas para captar la señal en cualquier dirección sin importar la dirección en la que estén puestas. La relevancia de tener la condición omnidireccional significa que no importa si el televisor está apuntando hacia el norte, sur, oriente, occidente, la antena va a trabajar igual en cualquier dirección. Sin embargo, una condición casi que inevitable que necesita cualquiera de estas antenas es que el transmisor de televisión, es decir, la torre desde donde se envía la señal o señales de los canales, esté en el área de influencia donde usted instala la antena.

Estos transmisores sí que necesitan ser potentes para poder abarcar grandes territorios y ciudades. Si no hay un transmisor cerca; es decir, a menos de 20 kilómetros, la posibilidad de que estas antenas capten las señales empezará a disminuir. Entre más lejos esté el transmisor, menos posibilidades habrá para que cualquier antena de interiores funcione a toda capacidad. Usted notará que uno o varios canales empezarán a congelarse o incluso habrá otros que ni siquiera le sintonicen.

Algunas de estas antenas dicen en sus cajas que tienen la capacidad de alcanzar 80 o más de 100 kilómetros... La verdad estos números son para desconfiar... Y más, si a lo largo de esta distancia hay obstáculos como montañas y edificios.

Entonces vamos con otro concepto a tener en cuenta: el dbi. Este es un término técnico que significa ganancia de antena en dB (decibelios) por encima de un radiador isotrópico. La sola definición es complicada y técnica que solo los estudiosos del tema se interesarán por los detalles, pero, para el consumidor es importante entender que el número que traiga la antena en dbi es lo que realmente la define y le da la potencia de alcance real.

El dbi de las antenas para interiores suele estar entre 3 y 7. Algunas tendrán un número superior, pero así mismo habrá de ser su precio. Cuando el dbi es más alto, significa que tiene mayor alcance. Cuando encuentra números muy grandes como 30, 40 o 50 y su precio es similar al de las de 3, 7 o 9... Algo no será veraz.

De hecho, los números altos de dbi están es para las antenas de exteriores. Esas antenas que deben ir en los tejados y que están diseñadas, precisamente para llegar lejos, bien lejos y entre más directores o barritas transversales tenga, más alcance tienen. 

Esas antenas de exteriores, que se conocen como yagi o de espina de pescado y que, hoy en día, también cuentan con diseños modernos y extravagantes, sí deben tener números superiores a 15 dbi. Pero, de igual forma, entre más alto el número, más costosa será.

Ahora, las antenas de exteriores tienen directores -las barras transversales que mencionaba-. Entre más tenga, más alcance tendrá, pero más estrecho será su radio de captura. Por ende, más complicada será su instalación porque habrá que conocer la dirección donde está el transmisor y conseguir dirigirla en el ángulo correcto hacia él. Su comportamiento es diferente al de las omnidireccionales.

La ventaja es que sí son antenas que tienen 80, 100, 120 kilómetros de alcance. La desventaja es que necesitan estar correctamente dirigidas para que funcionen a cabalidad.

Una vez entendidos estos conceptos básicos, es más fácil llegar a la tienda y elegir la antena. No sobra seguir las recomendaciones que dan en todos lados, como la de ubicarla cerca de una ventana, lejos de otros dispositivos como teléfonos inalámbricos y hornos microondas, además de conseguir cable coaxial adicional para crearle una extensión y no dejarla pegada al televisor porque no siempre el lugar donde está el televisor es el mejor lugar para la recepción de señal.

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