Revivir los botones del control remoto de manera fácil
En esta oportunidad nos encargamos de los mandos a distancia o controles remoto de los televisores (en realidad de cualquier dispositivo) a los que a veces damos por "muertos" cuando los botones dejan de funcionar.
Resulta que en Youtube hay un sinnúmero de videos tutoriales explicando qué sucede cuando los controles dejan de funcionar y sugieren un mantenimiento casero que decidimos probar para ver qué tan efectivo es.
Lo cierto es que después de ver varios de esos videos, la principal conclusión es que a estos dispositivos nunca les hacemos mantenimiento y pensamos siempre que son las baterías o consecuencia de algún golpe las razones por las que dejan de operar adecuadamente. Pero no, en realidad la razón es otra: limpieza. Solo necesitan limpieza para que vuelvan a trabajar como nuevos.
Y no se trata de una operación que debamos hacer periódicamente, por el contrario, quizás una sola vez será más que suficiente, teniendo en cuenta la vida útil del aparato que le acompaña o para el que el control está programado.
Hagan la cuenta, cuándo compraron su televisor o su equipo y cuándo fue que empezó a fallar el control. Seguramente pasaron unos años, quizás dos, tres, cuando empezaron a notar que debían hacer más presión en algunas de las funciones del control remoto. Y luego de cambiar las baterías, el problema persistía. Entonces empezábamos a considerar conseguir un control sustituto.
Pues con este sencillo mantenimiento, no hay necesidad de desechar nada. Eso sí, para limpiarlo se necesitan varios elementos: desde agua y jabón hasta alcohol isopropílico (Este no es necesario, pero en varios tutoriales lo usaron)
Quizás el paso más delicado es el de desbaratar el control, es decir, remover la cubierta plástica. Para ello nos ayudamos de un destornillador de punta plana pequeña. Y de todas formas hay que ser pacientes e ir separando las cubiertas por la zanja o línea que suele dividir el control en dos partes. La idea es no quebrar las patas plásticas internas que ajustan las dos mitades y tampoco ocasionar algún rayón producto del exceso de fuerza. Cabe recordar que antes de iniciar con la apertura de las carcazas, hay que quitarle las baterías al control.
Una vez hemos encontrado la forma de separar las dos mitades plásticas, nos encontramos con la goma o estructura flexible que forma cada uno de los botones del control y debajo de ella, la parte de los circuitos. Con agua y jabón, mejor si es de cocina, vamos a lavar las dos cubiertas plásticas y la goma de los botones. La parte de los circuitos, no.
En la goma y en el circuito vamos a notar que además de polvo hay una capa viscosa, grasienta. Esa dichosa capa aceitosa que se genera del mismo uso es la que evita que la goma haga contacto con el circuito y por lo tanto el botón no obedezca la orden. Para remover esa grasa podemos usar una toalla de cocina, que es absorbente, resistente y sobre todo, no suelta polvillo. La idea es dejar el circuito seco, sin ningún rastro viscoso.
Una vez limpias todas las partes del control, lo que sigue es volver a ensamblarlo. No sobra decir que las partes plásticas y la goma deben estar totalmente secas, no puede haber agua tocando el sistema. El rearmado del control no es de mayor dificultad, son pocas piezas y simplemente hay que asegurarse de que encajen en su lugar correspondiente.
La sorpresa al poner a prueba el control va a ser sorprendente. Nuevamente tendrán vida aquellos botones que llevaban tiempo sin funcionar. Y la solución bastante fácil.
PD: ¿Y el alcohol isopropílico? Este se usa para reforzar la limpieza del circuito. Se remoja un hisopo de algodón y se frota sobre el circuito; pero queda al criterio de cada quién si lo considera necesario para hacer el mantenimiento.
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