Tener un televisor viejito no es problema si se quiere conectarle de todo
Aquellos que tienen un televisor con una única entrada han de pensar que es improbable poder ver en esa pantalla contenidos de Internet o de plataformas como Netflix, o estar jugando FIFA en un Xbox. Pues la realidad indica que sí es posible, con la ayuda de unos elementos, ese viejo televisor puede tener la imagen del contenido que sea.
La entrada coaxial solo lee las señales VHF o UHF que le llegan, ya sea de antena o de la televisión por suscripción. Esa entrada no está preparada para leer señales de Internet o de Bluetooth o de alta capacidad como las HDMI. Lo que significa que para poder ver lo que sea en esa pantalla hay que transformar las señales externas y adaptarlas a las frecuencias VHF o UHF.
Por eso es necesario usar más de un elemento para que se cumpla el objetivo. En primer lugar, vamos a mencionar al intercambiador de antena. Este es un dispositivo analógico que se inventó desde hace décadas, su función es darle paso a la señal A o a la señal B que está recibiendo. Este será un aparato fundamental para poder tener a disposición la señal de la antena o de la televisión por suscripción y la nueva señal que se le va a conectar.
¿Y cuál es esa nueva señal? Esa respuesta depende de cada usuario. En el video demostrativo conectamos un Roku. Pero podría ir un DVD, un computador, una consola de videojuegos o cualquier otro sistema multimedia.
Además, es necesario usar un modulador RF. El modulador RF es un dispositivo que recibe video de origen distinto al de la antena o de la televisión por cable y la transforma para poder enviarla al televisor a través de una frecuencia VHF o UHF.
Al modulador RF se le conecta el aparato extra que vamos a usar. Como ocurre en el video, en nuestro caso, le conectamos el Roku. Hay moduladores RF que solo admiten conexiones vía cables AV o cable coaxial. Pero hay otra gama de moduladores que ya admiten conexiones por HDMI y tienen la capacidad de transformar la imagen digital en señal analógica. Para nuestro ejemplo y para la mayoría de conexiones es más útil un modulador RF con entrada HDMI.
Conectado el Roku, lo que sigue es conectar el modulador RF al intercambiador de antena. Entonces tendremos el intercambiador de antena con una entrada para la señal de televisión y la otra, para la señal del dispositivo multimedia.
El intercambiador de antena se conecta al televisor a través de cable coaxial. Por lo tanto, vamos a tener que usar varios cables coaxiales, no importa si son largos o cortos. Las medidas dependerán de la comodidad con la que pueda instalar y acomodar los aparatos.
La señal del dispositivo multimedia (Roku) quedará encajonada en una frecuencia que elijamos en el modulador RF. Es decir, al modulador hay que programarle un canal que es donde va a mostrar la señal que tiene conectada. Los moduladores pueden sintonizar cualquier canal de las frecuencias VHF o UHF, así que se puede escoger entre el canal 2 hasta el 99.
Y del televisor solo nos queda estar pendientes de cuál lado del selector de antena dejamos seleccionado. Si es del lado de la televisión de antena o por suscripción, vamos a poder ver los canales usuales como de costumbre, si seleccionamos el otro lado, el de la nueva conexión, lo que debemos hacer es sintonizar el mismo número del canal que le pusimos al modulador. Por ejemplo, si decidimos que el 99 sea el canal por el que el modulador va a transmitir, entonces en la pantalla del televisor también debemos sintonizar el canal 99. Solo ahí podemos ver la señal multimedia que le conectamos.
Algunos dirán que la calidad de imagen no es la mejor. Es cierto, se suele degradar por el cambio de digital a analógico, aunque para muchos será un detalle menor con tal de tener cualquier contenido en esa pantalla.
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